Luis Jorge GONZÁLEZ, Esperanza más allá del miedo. Psicología y espiritualidad, Ediciones Duruelo, Mexico 2011.

Trasladarnos con la esperanza más allá del miedo, es un ele mentó constitutivo de la vida. Sin tal dinamismo, la vida humana ya hubiera desaparecido de nuestro Planeta. Hoy se revela urgente para los habitantes de México y de otros países del mundo donde la violencia se ha convertido en una peste asesina. Al escribir estas páginas sobre la opción que tenemos de escoger entre el miedo y la esperanza, deseo partir de la vida y referirme a la vida. El primer capítulo sitúa el miedo y la esperanza en el contexto de la vida real. El segundo capítulo describe la entraña esencial del miedo. El tercer capítulo está dedicado a las consecuencias dañinas del miedo. En contraste con éste último, logra la esperanza prever y construir bienes. Lejos de disminuir o negar los peligros, la esperanza los encara. Pero, al mismo tiempo, advierte que, más allá de ellos, hay un campo abierto, fértil y fecundo. Allí pueden germinar y florecer nuestros deseos y expectativas de la esperanza. Este es el tema del capítulo cuarto. El número quinto nos presenta un hecho palpable y obvio: la es peranza forjadora de historia. Las grandes construcciones de la civilización humana se manifiestan como logros de la esperanza. La esperanza, por ser una cuestión de vida, empieza cor ¡sueños o deseos, pero concluye, si es auténtica, en práctica y acción. Por esto, el capítulo cuatro nos introduce en los cuatro pasos para vivirla esperanza. En concreto, tal como explica el capítulo cuatro, confianza en el fundamento de la esperanza, ésta necesita sustentarse en una realidad capaz de suscitar la confianza. Con el resorte de la confianza -sustentada en la vida misma, en los recursos humanos o, sobre todo, en el Poder Superior- la persona esperanzada escapa de la inactividad. En efecto, el capítulo quinto se ocupa de la acción consumadora de la esperanza.